SETI suspende sus actividades de Búsqueda de Vida Extraterrestre


La búsqueda de vida extraterrestre ha perdido una de sus mejores herramientas. El Arreglo de Telescopios Allen (ATA), un campo de antenas de radio al norte de California, construido para buscar transmisiones de civilizaciones extraterrestres distantes, ha sido cerrado, al menos temporalmente, mientras sus operadores buscan una manera de continuar financiándolo.En una carta enviada a los donadores el 22 de abril, Tom Pierson, Director del Instituto SETI en Mountain View Calif., explicó que el ATA ha sido puesto en “hibernación”, lo que significa que “desde el 15 de abril, el equipo no estará disponible para realizar observaciones y será mantenido en un modo seguro por un muy reducido número de empleados”. El ATA es un proyecto conjunto entre el Instituto SETI, el cual es responsable de la construcción del arreglo, y la Universidad de California en Berkeley, que es responsable de su operación. El astrónomo Franck Marchis, quien está afiliado a ambas instituciones, dio a conocer la noticia en su blog el 22 de abril.
La búsqueda de inteligencia extraterrestre -abreviado SETI- no es una ciencia al margen, pero el campo no ha disfrutado del apoyo financiero que disfrutan otras disciplinas que generan de manera más inmediata y predecible, beneficios para la sociedad. El Instituto SETI sin fines de lucro fue fundado en 1984 y se ha apoyado mayormente en donaciones privadas para realizar sus investigaciones. NASA apoyó a algunos de los primeros proyectos del Instituto SETI, pero el Congreso de los Estados Unidos canceló el programa SETI de NASA en 1993.Los planes para ATA involucraban un total de 350 radio antenas individuales de seis metros, todas trabajando en conjunto para detectar señales de radio de civilizaciones que pudieran existir en algún lugar de la galaxia. Pero el crecimiento del arreglo se detuvo después de su primera fase de construcción en 2007, cuando se completaron 42 platos a un costo de 50 millones de dólares. El multi millonario arreglo fue nombrado en honor del co-fundador de Microsoft, Paul Allen, quien contribuyó con la mitad de esa suma, de acuerdo con el Instituto SETI.
El financiamiento es considerablemente más escaso ahora. El Laboratorio de Radio Astronomía de la U.C. Berkeley se apoyaba en el financiamiento por parte de la Fundación Nacional para la Ciencia (NSF) y el estado de California, para operar el Radio Observatorio Hat Creek (HCRO) donde se encuentra el ATA, explicó Pierson en su carta, y ambas fuentes de financiamiento se han secado. “El financiamiento por parte de NSF para el Radio Observatorio de la Universidad para el HCRO ha sido reducido aproximadamente a una décima parte de la suma original”, escribió Pierson. “Esto esta agravado por varias reducciones en el presupuesto del creciente Estado de California, lo que ha disminuido enormemente la cantidad de dinero del estado disponible para el Laboratorio de Radio Astronomía”. Las operaciones del ATA cuestan alrededor de 1.5 millones de dólares por año, comentó Pierson, y la campaña de ciencia SETI en el ATA cuesta otro millón de dólares anuales.
El Instituto SETI usaría el ATA para escuchar cualquier onda de radio que pudiera estar emanando de los planetas extra solares que ahora están siendo encontrados por la sonda espacial Kepler de la NASA. En febrero, los científicos de Kepler anunciaron que habían recopilado una lista de 1 235 posibles planetas orbitando estrellas distante, incluyendo varios que podrían ser habitables. Una campaña actual del Instituto SETI para recabar fondos está siendo orientada para obtener 5 millones de dólares para conducir con el ATA, una búsqueda de dos años de duración, sobre los descubrimientos (de los planetas) más prometedores de Kepler; con la esperanza de que alguno de esos mundos esté habitado por una civilización tecnológica que pudiera estar enviando ondas de radio.
El ATA no es la única instalación de radiotelescopios que puede ser usada para investigación SETI, pero probablemente sea el instrumento más dedicado a esta tarea. Los investigadores SETI en otros lugares tienen que pedir prestado tiempo de telescopios, en donde la competencia por obtener tiempo de observación puede ser feroz, o empalmar sus búsquedas sobre observaciones que ya se estén llevando a cabo.
Pierson comentó que el Instituto SETI ha estado trabajando durante más de dos años para encontrar nuevas fuentes de financiamiento, por ejemplo, ofreciendo los servicios de ATA a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, para ayudar a rastrear basura espacial en órbita que pudiera dañar los satélites de defensa. “Estamos actualmente en charlas con la Fuerza Aérea y tenemos esperanzas de que este esfuerzo nos ayudará a obtener financiamiento para seguir operando en el futuro”, escribió.